Recuerdo que la primera vez que te vi dos cosas me llamaron la atención: lo joven que eras “Pero si este podría ser de nuestra edad” -me dijo Enrique- y algo de lo que yo no había oído hablar hasta aquel momento y que me sonaba a rayos: la matemática moderna; palabras como ley de composición interna, conjuntos, aplicaciones entre conjuntos, etc. empezaron a formar parte de nuestras vidas, y gracias a ti empezamos a comprenderlas. Recuerdo una anécdota que me pasó contigo: se acercaba el final de curso y yo era un alumno de los que en matemáticas estaba siempre al límite; me llamaste a tu mesa y me preguntaste: -¿Tú tienes beca? y yo te dije –Si -¿Es del Ministerio de Educación? -me volviste a preguntar y recuerdo que se me cruzaron los cables y te dije –No. Es del Patronato de Apuestas Mutuas. Sonreíste y me mandaste al sitio. Aún hoy, cuando recuerdo aquello siento vergüenza.
Bueno, no quiero extenderme porque esto es un blog; sólo decirte que si el mérito de un profesor es dejar huella en sus alumnos, tú lo has conseguido.
Vicente García, 69
Bueno, no quiero extenderme porque esto es un blog; sólo decirte que si el mérito de un profesor es dejar huella en sus alumnos, tú lo has conseguido.
Vicente García, 69
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