FEDERICO GARCIA ROCA

 

CIAO, FEDERICO

“Ciao, Federi, va dormir, va dormir”, le decía Anna Magnani a Fellini en el portal de su casa cuando en el film Roma la entrevistaba y le decía que era mítica. Algún eco encontramos en “La grande belleza” de Sorrentino…Yo retomo ahora la frase para despedir a un amigo y

compañero muy querido de la promoción del 69 del Instituto, Federico García Roca, no porque fuera felliniano, pero sí porque además de ser una gran persona, era también un personaje, si es que ambas cosas se pueden separar en cualquiera de nosotros.

Mis recuerdos imborrables de Federico son inseparables de la evocación de otro Federico, Federico Oltra. Era un dúo increíble. Enrique Bolinches, yo mismo, y Nacho Sicluna, éramos el contrapunto serio y formal a este “duetto” que siempre estaba riendo, bromeando, haciendo burlas y chanzas. El humor de Enrique, en cambio, era más discreto, sutil y peculiar. Pocas veces he visto como en ellos, en los dos Federicos juntos, al alimón, la felicidad de estar vivos, vivos y riendo. Más tarde, si descubrí el potencial carnavalesco y transgresor de la risa, fue porque esa experiencia vital ya la había visto en ellos.. E incluso la había vivido en algunos momentos como cuando el cura “pometa” se acercaba a nosotros para saber de nuestro estado espiritual o cuando en una ocasión en relación con este sacerdote la risa floja de los dos Federicos que se había desencadenado estando en una acto religioso, tras el contagio ya no se podía controlar ni parar..La justa y merecida expulsión de todos nosotros del salón de actos es una “aventura” juvenil que ha quedado gozosamente grabada en mi memoria..

Pascua en Barxeta

A Federico García Roca también le debo mucho en lo que se refiere a mi trayectoria estudiantil. Me informó de unas becas en el colegio Mayor San Juan de Ribera de Burjasot y eso fue clave en mi carrera universitaria. Allí se encaminó mi trayectoria, en una segunda etapa, que seguía a la del Instituto José de Ribera, al que dejé, y con ello a mis compañeros, con tristeza y pena pese a los nuevos horizontes que se me abrían. Debió influir en mi suerte no solo Federico sino también Joaquín García Roca, su hermano, una personalidad de enorme relevancia, que a la postre fue director del Colegio mayor durante varios años.

Con dña, Carmen, Gandia 

En aquella época vivía una doble vida entre Bicorp y Xátiva: a lo largo de la semana en Xátiva y los fines de semana y las vacaciones en Bicorp. Pocas veces participaba en viajes, paellas y demás fiestas pascueras del Instituto. Sí recuerdo un viaje a Madrid..Y unas pascuas en Barcheta, el pueblo de Federico García Roca, con él, su familia y sus amigos, una experiencia muy agradable tal como queda en mi memoria y como se refleja también en esta fotografía.

Nos vimos algunas veces en Valencia cuando Federico García Roca fue profesor y director de Instituto. Nos encontramos de nuevo, ahora ya con canas incipientes ambos, en la celebración de los 25 años de la promoción...

Pero aquí me detengo, valorando la enorme importancia emocional y evocadora de la época de estudiantes en el Instituto… Esa memoria, no inventada, sino recuperada, es lo que quedará para siempre fijado en el recuerdo, como esas etapas juveniles de la vida de la escena final del film de Elia Kazan, “Esplendor en la yerba…”.

JUAN LÓPEZ GANDÍA